Crónica Actividad

Richard Thaler, nobel de economía por cuestionar la “racionalidad” de los inversores

Economía, mercados y comportamiento humano, un ecosistema complejo de analizar y, sobre todo, de modelizar. El próximo jueves 16 de noviembre hablaremos desde la sede de BME sobre el tema con la presentación del trabajo: "Behavioral Finance: ¿por qué los inversores se comportan como lo hacen y no como deberían?" y un debate posterior con diferentes expertos y profesionales de los mercados financieros
[19/10/2017]
Victoria González. BME

 

La Academia sueca ha concedido recientemente el premio nobel de economía a Richard Thaler por su contribución a la economía conductual. Su trabajo e investigaciones han contribuido a construir un puente entre el análisis económico y psicológico en la toma de decisiones de índole económica.  

Tres son las variables que Thaler ha estudiado y que rastrean comportamientos no racionales que influyen en la manera en que las personas tomamos nuestras decisiones. Comportamientos que, por tanto, influyen en el funcionamiento de los mercados, entre ellos los de productos e instrumentos financieros. Esas variables son la racionalidad limitada, la percepción de la justicia y la falta de autocontrol.  En el proceso de toma de decisiones existe una tensión creciente entre lo que se planea y lo que se hace, y el bienestar a largo plazo puede verse influido por las tentaciones a corto plazo y la dificultad para ejercer un autocontrol suficiente.

 

Las personas tendemos a simplificar y estamos muy influidas por el corto plazo

En lo que se refiere al concepto de racionalidad limitada, Thaler ha desarrollado la teoría de la contabilidad mental, explicando como las personas simplifican la toma de decisiones financieras creando cuentas separadas en su mente y centrándose en el impacto limitado de cada decisión más que en el efecto global. Richard Thaler ha sido uno de los fundadores de lo que se ha denominado “finanzas del comportamiento”, que estudia como las limitaciones cognitivas influyen en los mercados financieros.

En relación a las preferencias sociales, su investigación teórica y experimental sobre la justicia ha sido relevante. Ha señalado como la preocupación del consumidor en relación a la justicia puede hacer, por ejemplo, que las empresas decidan no subir los precios en momentos de elevada demanda, pero no dejen de hacerlo en tiempos de costes ascendentes. De hecho, diseñó junto a otros colegas una herramienta experimental, llamada “dictator game”, que se ha utilizado en numerosos estudios para medir las actitudes hacia lo que es justo en grupos de personas en todo el mundo.

La tercera variable, la ausencia de autocontrol, ha arrojado luz sobre lo difícil que es cumplir los planes que hacemos a largo plazo. Richard Thaler ha mostrado como analizar los problemas de autocontrol utilizando un modelo de auto planificación que es similar a los parámetros que psicólogos y neurocientíficos utilizan, y que sirve para describir la tensión entre la planificación a largo plazo y la realidad a corto plazo. La tentación del corto plazo es un motivo importante por el que los planes para ahorrar a largo plazo o tener una vida más sana con frecuencia fracasan.

La economía clásica ha tendido a dejar fuera de su espectro de análisis variables de carácter psicológico que son relevantes pero más difíciles de modelizar, variables que si no se tienen en cuenta pueden hacer que el análisis de la realidad o la toma de decisiones resulten limitados en su perspectiva global.

 

Kahneman, Tversky y Shiller, nóbeles y compañeros de Thaler

Ya en el año 2002 la Academia sueca concedió el nobel de economía al psicólogo Daniel Kahneman, cuyas investigaciones junto a Amos Tversky habían tenido una influencia determinante sobre la economía del comportamiento. La Behavioral Finance ha explicado comportamientos que no se ajustan a lo que predice la Teoría Financiera Clásica y pugna por convertirse desde hace décadas en un paradigma alternativo en finanzas. La investigación en finanzas del comportamiento sugiere que algunos comportamientos de los mercados financieros son contrarios a los sostenidos por la teoría de los mercados eficientes. Kahneman publicó en el año 2011 un libro titulado Thinking, Fast and Slow, en el que describe las extraordinarias capacidades, y también los fallos y sesgos, del pensamiento rápido, y que revela la enorme influencia de las intuiciones en nuestro pensamiento y comportamiento. La aversión al riesgo, el exceso de confianza, la dificultad de predecir lo que nos hará felices, la capacidad de calibrar riesgos en el trabajo y en el ámbito doméstico, etc. Todas estas manifestaciones de nuestro pensamiento solo pueden entenderse teniendo en cuenta que ambos sistemas son los que dan forma a nuestras percepciones y decisiones.

La visión de Richard Thaler para incorporar hallazgos de la psicología en la economía data ya de 1980 a raíz de su artículo “Toward a positive theory of consumer choice”. En su conocida contribución al Journal of Economic Perspectives titulada “Anomalies” ya documentaba y analizaba como las decisiones económicas se ven influenciadas por importantes aspectos de la psicología humana.

Junto al economista Robert Shiller, también premio nobel de economía en 2013, Robert Thaler es considerado uno de los fundadores de lo que se ha venido a denominar finanzas del comportamiento, que estudia como la psicología del inversor afecta a los mercados financieros. En el año 2012 Shiller publicó una obra, Finance and the Good Society, en la que sostiene que el sistema financiero debe ser reconducido a una dimensión más democrática y humana en la que las instituciones financieras puedan tener un impacto más positivo sobre la sociedad. Para ello será necesario diseñar una innovación financiera que tenga en cuenta los desarrollos tecnológicos más innovadores así como la investigación en materia de economía y finanzas del comportamiento.

 

Behavioral Finance: una disciplina académica en crecimiento y con implicaciones a diferentes niveles

La investigación en finanzas del comportamiento y sus novedosos hallazgos está llevando a numerosos agentes de todo el mundo a tener en cuenta variables que antes no eran consideradas relevantes. Entre ellos, y de manera importante, a los mismos reguladores y supervisores de los mercados. En el caso de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha publicado este año una breve ficha para inversores sobre los mecanismos psicológicos que intervienen en la toma de decisiones de inversión. Con ella pretende poner a disposición del inversor una información que le sea útil a la hora de tomar sus decisiones y le insta a conocerse como inversor, entender en qué invierte y sus posibles riesgos, así como a habituarse a demandar y leer de manera crítica toda la información a su disposición.

Bolsas y Mercados Españoles (BME), a través de su Servicio de Estudios, ha estado muy pendiente del desarrollo de la disciplina de Behavioral Finance desde hace mucho tiempo contribuyendo, en la medida de lo posible, a la difusión de los avances que se han ido produciendo en las últimas décadas. Un buen resumen de la cuestión referente a Finanzas Conductuales es el que el catedrático Daniel Villalba hizo para la revista BOLSA en el año 2008 titulado “¿Cómo invierten los inversores?”. Otro artículo relacionado del que se pueden extraer interesantes conclusiones es el publicado también en 2008 bajo el título “Porqué y cómo ahorran los europeos”, un resumen de una parte de un trabajo más extenso realizado para la Unión Europea con la intención de medir el grado de integración del mercado de ahorro a largo plazo en Europa.

Ya en 2011 BME organizó, un seminario titulado Confianza, formación y asesoramiento financieroque puso sobre la mesa  algunos de  los rasgos y sesgos que modulan el comportamiento de los inversores, así como la importancia de su nivel de educación financiera y cuál era, en aquel momento, la oferta de asesoramiento financiero a su disposición. El debate llegó a la conclusión de que la confianza en el sistema financiero en su totalidad es una de las variables fundamentales. Por otra parte, unos conocimientos mínimos que permitan entender conceptos financieros y estar al corriente de la amplia oferta de productos de inversión son variables que también resultan de utilidad. Al hilo de aquellas jornadas publicamos un interesante trabajo de los profesores Manel Antelo y David Peón titulado Conocimiento Financiero: ardua tarea para los inversores”, en el que se apuntan claves importantes para entender el sentido y el objetivo de una disciplina creciente aplicada a mercados como lo es la Behavioral Finance. Un artículo que tuvo una continuidad y fue ampliado en  el excelente “Sobre el conocimiento económico y financiero de la población: ¿problema de oferta, demanda, sesgos,…?", que el propio Manel Antelo elaboró para presentar en la Jornada realizada por BME junto al Nuevo Lunes el 3 de octubre de 2015 con ocasión de la celebración del primer Día de la Educación Financiera en España: “La educación financiera, un reto para empresas, instituciones y ciudadanos”.

Y no sólo desde el punto de vista del análisis de la conducta de los inversores hemos tocado el tema desde BME. En estos últimos años también se han publicado artículos que hacen referencia a las finanzas conductuales desde el punto de vista de la gobernanza de las empresas o en lo relativo al ejercicio profesional de los analistas financieros y sus recomendaciones. Buenos ejemplos son “Las cuestiones pendientes en finanzas corporativas” (2012) de Arturo Bris  o “Consensos de beneficios y valoraciones en España en el período 2003-2013” de Ricardo Santos” y Técnico vs Fundamental: una polémica estéril” de Ramón J. Ruiz y Antonio Mª Gil.

Todos estos trabajos mencionados son sólo ejemplos del crecimiento experimentado por la disciplina de la Behavioral Finance en lo realtivo a actividades y agentes relacionados con los mercados en los últimos años.

 

Un corolario

Las investigaciones de Richard Thaler, profesor de la universidad de Chicago, han puesto a disposición de los economistas nuevos hallazgos sobre la psicología humana que han permitido nuevos modelos de análisis para entender y predecir los resultados económicos. Algunas de sus mayores contribuciones incluyen: la teoría de la contabilidad mental, una nueva aproximación al comportamiento racional previsible, su modelo de planificación-acción con un nuevo marco sobre los problemas de autocontrol, así como su trabajo sobre las preferencias sociales, que ha facilitado una nueva perspectiva sobre el concepto de justicia.

Richard Thaler ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la economía conductual durante más de cuatro décadas, ofreciendo tanto fundamentos conceptuales como empíricos al desarrollo de la disciplina.  Además, ha puesto a disposición de los economistas una rica gama de herramientas analíticas y experimentales para comprender y analizar el comportamiento humano. En suma, su obra supone una contribución de enorme relevancia   y una aportación fundamental a la investigación económica contemporánea.

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