El pasado 14 de enero de 2017 cumplió 25 años de vida el IBEX 35, principal indicador de la Bolsa española y exponente del rápido avance y la modernización de las finanzas y los mercados nacionales en las últimas tres décadas.
Tanto por capitalización, negociación y volumen de financiación canalizado hacia las empresas, el mercado de valores español está, desde hace años, entre los más desarrollados del mundo. La apertura a la competencia de las Bolsas impulsada por la regulación europea no ha hecho sino apuntalar el valor de la seguridad, la solvencia y la eficiencia de los sistemas y tecnología que soportan el funcionamiento de un modelo de mercado con estrictas reglas para garantizar la transparencia y la limpieza en los procesos llevados a cabo con valores: el principal, la formación de precios. Todo ello sin olvidar la implementación de modernos sistemas de acceso al mercado en condiciones de equidad para miles de inversores y participantes de todo el mundo[1].
Estos desarrollos han posibilitado que la presencia y penetración de inversores extranjeros en nuestro mercado sea amplia, creciente y mayoritaria[2]. Sin embargo, esto no ha ocurrido así en el conjunto de actividades que acompañan la negociación de los mercados financieros. Es decir que, por diferentes razones, en actividades como la emisión, la intermediación o la comercialización de nuevos productos el peso de España en Europa y en el mundo es bastante inferior al que arrojan las cifras de la actividad que soportan sus mercados.
Las razones son variadas pero, sin duda, un papel importante lo juega la regulación y la actitud de los reguladores para crear un marco más o menos favorable a la participación en el mercado financiero y de valores español de una tipología más amplia de actores y productos financieros.
En este sentido, los cambios que se han producido recientemente en la cúpula del principal supervisor y regulador de los mercados de valores en España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores son positivos. Lo que ahora transmite la CNMV[3] es que entiende que el momento actual exige contribuir a promocionar y hacer más atractivos a nivel internacional los mercados y la economía españoles como localización del negocio financiero y destino de inversión. Que hoy, más que nunca, se está intensificando la competencia entre mercados y plazas financieras y que el denominado Brexit puede suponer una oportunidad para otros países que sepan aprovechar el momentum.
Las propuestas de acción competitiva de la CNMV
En línea con este aparente deseo de potenciar el atractivo de España como destino de inversión y negocio financiero la CNMV ha publicado recientemente en su página web, bajo la denominación “Bienvenido a España” (Welcome to Spain), un programa que señala una serie de iniciativas que pretenden definir un perfil más internacional del organismo supervisor y ayudar a las empresas del Reino Unido que quieran venir a España.
El organismo supervisor tiene como objetivo hacer que España se convierta en un destino atractivo para las empresas de servicios de inversión que estén pensando en trasladar su residencia del Reino Unido a otro país. En este sentido la CNMV implementará tanto un programa que facilite y sirva de guía en el proceso de autorización como una serie de medidas que permitan un entorno de supervisión firme.
A continuación resumimos las principales líneas de actuación de este nuevo programa:
[1] Ver “El Futuro de los mercados de valores. Un sector ante los retos regulatorios y tecnológicos” de Javier Hernani, Director General de BME. Publicado en el Boletín de Estudios Económicos de la Deusto Business School.
[2] Un compendio reciente de esta realidad puede encontrarse en el apartado de Renta Variable del Informe de Mercado 2016 de BME y en el Informe sobre Internacionalización de la Empresa Cotizada Española publicado en julio de 2015.
[3] Ver artículo de Sebastián Albella, presidente de la CNMV, en el diario Cinco Días del 11 de enero de 2017 titulado “Los nuevos planes de la CNMV”.