Crónica Actividad

La mayor caída de los resultados empresariales de la última década: un 61% en 2012

Las empresas cotizadas muestran buenos registros en sus cifras de negocio pero destinan importantes recursos a sanear sus balances con impacto negativo en la cuenta de resultados, con datos definitivos ya auditados
[08/05/2013]

Ana Rivero. BME

El cierre del año 2012 ha puesto de manifiesto como el buen comportamiento de la cifra de negocios de las compañías domesticas cotizadas en el mercado principal de la bolsa española no se ha reflejado en el volumen final de resultados que cierran el ejercicio con una fuerte caída. En las elevadas dotaciones a provisiones y saneamiento así como en la ausencia de extraordinarios se encuentran las principales causas de dicha evolución.

La facturación conjunta de estas compañías durante el año 2012 ha alcanzado los 532.719 millones de euros, un 7,57% más que el año anterior mientras que los resultados generados arrojan una caída del 61,48%, bajado hasta 12.251 millones de euros frente a los más de 31.000 millones generados un año atrás (por diversas razones las cifras globales no incluyen la información referida a CVNE, Pescanova, Adolfo Domínguez, Bankia, Banco de Valencia ni Fergo Aisa).

A los 12.251 millones de euros que alcanzó el beneficio, después de impuestos y minoritarios, las compañías industriales y de servicios, incluidas las inmobiliarias, aportaron 10.753 millones, un 45,82% menos que el año anterior, las entidades bancarias han aportado 906 millones, ni la décima parte que un año atrás y los restantes 592 millones fueron generados por las Compañías de Seguros y las Sociedades de Cartera y Holding.

Son 65 las compañías (57,5% de la muestra) que cerraron el año con beneficios y en la mitad de ellas aumentan. En 48 el resultado es negativo. La situación es diferente al considerar el resultado bruto de explotación (EBITDA) ya que son 92 las compañías con un ebitda positivo.

El esfuerzo realizado en la última década por muchas empresas españolas para  avanzar en su expansión internacional está siendo fundamental para mitigar los efectos de la grave recesión por la que está pasando la economía española sobre sus cuentas. Las ventas en el exterior adquieren cada vez mayor relevancia y están compensado el estancamiento sufrido por la facturación interior que se está viendo lastrada por la atonía que presenta la demanda interna, con una disminución tanto del consumo público como privado y un producto interior bruto en descenso. Mientras los ingresos procedentes de ventas en el exterior han aumentado casi un 13%, los procedentes del mercado interior lo han hecho en un 0,35%. A nivel agregado la facturación exterior superó el 60% de la facturación total (57,87% en 2011) y en 37 compañías más del 70% de su cifra de negocio se originó en el exterior (ver Noticia relacionada).

Las sociedades industriales y de servicios ganan un 45,8% menos

Los beneficios después de impuestos y minoritarios del agregado de las compañías industriales y de servicios al cierre del 2012 alcanzaron los 10.753 millones de euros, cayeron un 45,8% respecto a 2011. Esta negativa evolución no refleja la evolución de los volúmenes de facturación sino la generación de minusvalías en la venta de activos y deterioros de los mismos así como de los menores resultados derivados de operaciones interrumpidas.

Evolución de las ventas

A nivel agregado, las compañías industriales y de servicios han facturado 402.853 millones de euros, un 8,79% más que en igual periodo del pasado año. De ellos, 247.779 millones, un 61,51% del total (57,48% en 2011) tienen su origen en el exterior y los 155.074 millones restantes proceden de ventas en el mercado interior.  La mayor parte de las empresas obtienen una parte de sus ingresos en el exterior y en muchas de ellas es una cifra significativa. En algo más de la mitad de las compañías el 50% de la facturación tiene origen en el exterior y en 36 supera el 70%.

El mayor crecimiento de los costes de aprovisionamiento así como la disminución de las existencias han hecho que el valor añadido creciera a menor ritmo que los ingresos, aumentaron un 5,83% y alcanzaron los 185.639 millones de euros. A nivel sectorial, el valor añadido creció más que los ingresos por venta en Tecnológicas y Telecomunicaciones y en Bienes de Consumo. En el sector Tecnológico se observa una disminución de los costes de aprovisionamiento, en Bienes de Consumo es el aumentan de las existencias lo que explica que, pese a que los costes de aprovisionamiento aumentan algo más que los ingresos por venta, el valor añadido muestre un mayor crecimiento. El único sector con un valor añadido negativo es el Inmobiliario, el más castigado por la crisis. 

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Evolución de los gastos

Los gastos de explotación, entre los que se encuentran los costes de personal, aumentaron casi un punto más que el valor añadido. En conjunto lo hicieron en un 6,78% y absorben el 65,91% del valor añadido (el 65,32% en 2011). Los mayores costes de explotación no han sido compensado por la existencia de otros ingresos lo que ha llevado a que el resultado bruto de explotación (ebitda) aumente el 4,5% y alcance los 71.260 millones de euros.

Una parte importante de los gastos de explotación corresponden a los costes de personal. En conjunto han aumentado un 5,56% y absorben el 30,19% del valor añadido (30,27% en 2011). En conjunto estas compañías cuentan con una plantilla media de 1.439.816 personas con un coste medio anual por empleado de 38,92 mil euros, un 3,37% más que en 2011. A nivel agregado el valor añadido por empleado alcanzó los 128,93 miles de euros (127,72 miles de euros en 2011).

Otros componentes

A medida que se avanza por la cuenta de resultados los márgenes se deterioran. Se observa un fuerte incremento en las perdidas por deterioro y venta de activos inmobiliarios y un cambio de signo en los resultados derivados del deterioro y enajenación de instrumentos financieros que han pasado de sumar 408 millones de euros en 2011 a restar 3.495 millones en 2012, circunstancias que han tenido un importante efecto negativo sobre el agregado de los resultados del periodo. La causa principal de estas pérdidas ha sido el reconocimiento de importantes minusvalías y el deterioro de la cartera de activos financieros. También han aumentado considerablemente los resultados negativos procedentes de entidades valoradas por el método de la participación.

El conjunto de estas tres partidas suma un saldo negativo de 7.461 millones de euros frente a los 614 millones de pérdidas que por dichos conceptos soportaron las cuentas  del año anterior. Lo que sin duda ha contribuido a que el agregado de los resultados consolidados antes de impuestos, de resultados de operaciones interrumpidas y de minoritarios generados por estas compañías sufra un retroceso del 28,9% frente al 4,5% que aumentaba el resultado bruto de explotación. Circunstancia que también se ponen de manifiesto al relacionar dicho resultado con el ebitda, supone un 25,95% del ebitda frente el 38,16% de un año atrás.

También han disminuido considerablemente los resultados derivados de operaciones interrumpidas, si bien continúan siendo positivos.

El deterioro mostrado por los diferentes márgenes de la cuenta de explotación agregada a medida que se desciende por ella evidencia que el fuerte retroceso que muestra la cifra final de beneficio, cae en el año un 45,82%, no es deriva de una disminución de las actividades de las empresas sino de la negativa evolución de otros componentes de los resultados, especialmente de aquellos ajenos a la explotación como es la venta y deterioro de activos. Evolución que también se pone de manifiesto al analizar la relación  el beneficio después de impuestos y antes de minoritarios con el valor añadido. Al cierre de 2012 la ratio beneficio neto/valor añadido era de 6,98% frente al 12,84% en que se sitúo en 2011.

 Las entidades bancarias aceleran el saneamiento

En este año las entidades bancarias han acelerado el proceso de saneamiento y recapitalización de sus balances iniciado hace unos años lo que, sin lugar a dudas, ha condicionado la evolución que han tenido los resultados de dichas entidades. El beneficio atribuido del agregado formado por las entidades bancarias cotizadas cerró el año 2012 con una caída del 91,3% respecto a los niveles alcanzados un año antes, cayendo hasta los 905 millones de euros (en las cifras globales del sector no hemos considerado los datos referidos a Bankia ni Banco de Valencia por las especiales circunstancias en las que se encuentran ambas entidades)

Este fuerte retroceso de los resultados ha sido, en gran medida, consecuencia directa del proceso de saneamiento llevado a cabo durante el periodo y no de la evolución de la parte superior de la cuenta de pérdidas y ganancias que avanzó de forma positiva (ver Tabla 2). Los mayores exigencias de saneamiento de activos impuestas por el Real Decreto Ley 2/2012 y por la Ley 8/2012 han sido fundamentales para que estas compañías tengan unos balances saneados pero, sin duda, la contrapartida ha sido el enorme recorte en los resultados del ejercicio.

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A nivel agregado el margen de intereses creció un 5,73% en el año y alcanzó los 55.858 millones de euros. El dinamismo de la actividad en las economías emergentes y el aumento en el diferencial entre la rentabilidad media del activo y el coste medio del pasivo han hecho posible esta evolución. La facilidad de acceso a la financiación procedente del banco central europeo ha contribuido a rebajar las tensiones en la captación de fondos.  

Fortaleza de los ingresos recurrentes en los bancos

La positiva evolución del margen de intereses, es decir, la diferencia entre los ingresos y pagos derivados de la actividad típicamente bancaria, como son los intereses, rendimientos y cargas asimiladas, prueba la resistencia de los ingresos más recurrentes a una difícil coyuntura económica y financiera como la actual. El buen comportamiento de los resultados obtenidos por operaciones financieras junto al ligero aumento de los ingresos netos por comisiones ha compensado los menores ingresos por dividendos y otros resultados de explotación al tiempo que han permitido hacer frente a las mayores aportaciones al fondo de garantía de depósitos. El margen bruto alcanzó los 84.030 millones de euros con un crecimiento en el año del 5,62%.

Los gastos de administración, en conjunto, aumentaron un 5,85% y las dotaciones a amortización lo hicieron en un 9,16% lo que llevó a que el margen neto de explotación aumente a una tasa ligeramente inferior a la del margen bruto, lo hace en un 5,15%. Siguiendo en la misma línea de periodos anteriores, estos gastos muestran diferente evolución en las unidades que operan en las economías emergentes de aquellas que lo hacen en las economías desarrolladas. Mientras que las unidades que operan en mercados europeos han continuado haciendo un esfuerzo para reducir costes, en los países emergentes se ven incrementados debido al aumento de la capacidad comercial en la zona, sobre todo en Latinoamérica. También son reflejo de un mayor nivel de inversiones en tecnología.

El resultado de la evolución agregada de ingresos y gastos conduce a que el margen neto, definido como el margen de explotación antes de dotar provisiones y pérdidas por deterioro de activos haya alcanzado los 44.456 millones de euros y aumente el ya comentado 5,15%. La ratio de eficiencia del sector, medida como la relación entre los costes de explotación (personal, administrativos y amortización) y el margen bruto, es decir, el conjunto de ingresos obtenidos, se situó en el 47,10%. Lo que indica que los costes de explotación han absorbido el 47% de los ingresos netos de explotación, o lo que es igual, que para ingresar 100 unidades han necesitado gastar 47.

El volumen alcanzado por el margen neto ha permitido al conjunto del sector intensificar el esfuerzo para sanear sus balances que, a nivel agregado, han destinado 45.100 millones de euros a dotar provisiones y absorber pérdidas por deterioro de activos, la mayor parte para cubrir riesgo inmobiliario. Un 57% más que un año atrás.

Consecuencia directa de este mayor esfuerzo por sanear los balances es el retroceso que muestran los resultados después de impuestos y minoritarios, alcanzan los 906 millones de euros, menos de la décima parte del beneficio generado en 2011.

La evolución que ha tenido el saldo final de la cuenta de resultados no refleja el avance mostrado por los distintos márgenes (de intereses, bruto y neto) sino que es producto de los mayores requerimientos de dotaciones a provisiones especificas y genéricas a que se han visto obligadas a realizar las entidades para dar cumplimiento a la normativa establecida por el Real Decreto Ley 2/2012 de saneamiento del sector financiero y por la Ley 8/2012 sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero, aprobados con el objetivo de sanear los balances a fin de mejorar la confianza, credibilidad y fortaleza del sector financiero.

El saneamiento realizado por estas entidades no solo se ha basado en unas mayores dotaciones sino que el fortalecimiento de su estructura de balances también se ha realizado por la vía del capital. Por éste cauce en el transcurso del año 2012 han aumentado los fondos propios en una cifra cercana a los 22.000 millones de euros.

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