Crónica Actividad

<small>(3/9) <em>Realidad y alternativas para la gestión de la deuda “distressed” española</em></small>

[29/04/2013]
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Consecuencias de la crisis

 

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Caracterización del mercado de deuda distressed antes de la crisis

  2 Actualidad del mercado de activos problemáticos
  3 Consecuencias de la crisis
  4 Legislación en tiempos de crisis
  5 Alternativas para reactivar el mercado
  6 Incentivar la demanda
  7 Reactivar el crédito
  8 Mejorar los cauces de circulación del crédito
  9 Regulación necesaria
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La crisis económica actual ha dejado al descubierto muchas de las debilidades estructurales que las economías europeas tienen con consecuencias tanto en el mercado Distressed como uno de los motores futuros de reactivación económica como en las economías europeas en general.

La primera realidad que llama la atención es el desequilibrio sustancial que existe entre demanda y oferta de productos en distressed. La oferta potencial es colosal: solo en los balances de bancos y cajas del sur de Europa hay alrededor de quinientos mil millones de euros en deuda problemática y se estima que hasta un billón si incluimos toda Europa y sin embargo la demanda es sustancialmente pequeña en términos comparativos.  

Aunque es de esperar que la mayoría de la actividad en distressed futura se centre en la venta de cartera NPL, la severidad de la crisis y la falta de suficiente demanda en carteras NPL hace que en el corto plazo la operativa se está centrando en activos para los que existe demanda tradicional tanto de deuda distressed como de activos buenos. Solo cuando la ecuación demanda-oferta se equilibre, empezaremos a ver suficiente volumen de operaciones en carteras NPL.

En segundo lugar las políticas de inyección de liquidez llevadas a cabo por los principales bancos centrales durante los últimos años han demostrado la precariedad de los mecanismos de transmisión de crédito existentes en los mercados europeos y aunque dichas medidas de inyección de liquidez han tenido éxito en estabilizar los mercados de deuda soberana y por ende el euro, sin embargo han provocado nuevas burbujas financieras, no solo en deuda soberana sino también en el resto de productos mayoristas líquidos de crédito; esto es, en mercados de bonos corporativos (tanto bonos High Grade como High Yield) y deuda corporativa bancaria. La bonanza de tipos de interés bajos generada por dicha inyección de liquidez, aunque se supone que debería beneficiar a todos, en realidad es una bonanza que solo se circunscribe al circuito de crédito mayorista en el corto y medio plazo sin llegar a los puntos más necesitados de la economía real (empresas medianas/pequeñas y consumidores) y si bien en el largo plazo es de esperar que los flujos de liquidez acaben llegando a todos los sectores económicos, eso no significa que el resultado final sea el de volver a una situación económica de bonanza y crecimiento similares a las que vivimos en las últimas décadas y prueba de ello es la realidad económica del Japón en los últimos 24 años.

En tercer lugar, las crisis de carácter macroeconómico suelen tener además un común denominador: la desaparición del crédito en diversos segmentos de las economías afectadas.  En particular el crédito al consumo y el crédito a las pequeñas y medianas empresas suele reducirse sustancialmente dejando un vacío que solo parcialmente puede ser llenado por los entes públicos y/o la banca tradicional. La realidad de algunos mercados emergentes que han pasado por situaciones similares es la de la desaparición de la banca como prestamista a una inmensa mayoría de consumidores (sobre todo los de bajos recursos), y la concentración de la financiación a las empresas más solventes (generalmente las mayores), quedando la financiación a consumidores de bajos recursos y pequeñas/medianas empresas en manos de empresas financieras que aprovechan cubrir el vacío dejado por la banca cobrando tipos de interés altísimos. Esta realidad de desaparición del crédito es ya una realidad en Europa especialmente en las economías del sur.

La cuarta consecuencia a subrayar es la reacción legislativa y reguladora y los efectos que éstas tienen en los mercados y en particular el de Distressed Debt.

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