En mayo de 2005 escribí en estas mismas páginas de la revista BOLSA sobre las ventajas que un buen funcionamiento del mercado de deuda distressed (o problemática) tiene sobre la mejora de la capacidad de compradores y vendedores para gestionar correctamente sus riesgos y la reasignación de recursos de una forma más eficaz. Ocho años después e inmersos en una crisis de deuda de enormes dimensiones encontramos que ante la colosal oferta existente, la demanda es sustancialmente pequeña en términos comparativos. Sólo en los balances de bancos y cajas del sur de Europa la oferta ronda los quinientos mil millones de euros en deuda problemática y se estima que hasta un billón si incluimos toda Europa. El análisis de esta realidad con sus causas y consecuencias permite reflexionar sobre algunas debilidades estructurales de las economías europeas que convendría tener en cuenta en el ambicioso plan de reformas que se está llevando a cabo para reforzar las bases de nuestro sistema financiero y del establecimiento de un modelo de crecimiento más sostenible.
Fernando Álvarez Jiménez [1]
Faj2013@yahoo.com
[1] Fernando Álvarez Jiménez desarrolló su carrera profesional como directivo de Distressed Debt para Europa y Latino América en Deutsche Bank, Lehman Brothers y Barclays Capital en Londres y Nueva York. Este artículo ha sido escrito en Enero de 2013.
Cuando escribí el artículo ‘Distressed Debt: Beneficios y riesgos compartidos’, publicado por esta revista en la edición de Mayo 2005, el mercado de Distressed Debt en Europa se enfocaba principalmente dentro de ciertos segmentos corporativos con problemas, afectados negativamente por causas microeconómicas concretas de los sectores en que operaban (p.ej. el estallido de la burbuja del sector de telecomunicaciones/nuevas tecnologías/internet, las crisis del sector aéreo o del sector del acero y de las materias primas en general etc.), dentro de un entorno económico general de crecimiento.
Las crisis de origen macroeconómico eran coto privado de los países emergentes o en vías de desarrollo, siendo Japón y Alemania en menor medida las únicas excepciones dentro de las economías desarrolladas que tuvieron este tipo de crisis : Japón tras el estallido de su burbuja bursátil e inmobiliaria a finales de los ochenta, y Alemania tras la reunificación.
La crisis actual en España y en muchos otros países desarrollados es de carácter macroeconómico y supranacional, tanto en sus causas como en las medidas necesarias para su resolución, y dependiendo de dichas medidas dependerá tanto la duración en su resolución como el resultado final.
El tipo de crisis macro o microeconómica es el factor determinante en la conformación y estructura futura del mercado de Distressed Debt ya que afecta tanto al tipo de producto que se negocia como a los volúmenes de negociación, al tipo de partícipes que acceden y participarán en dicho mercado y a las estrategias de gestión necesarias para enfrentar el contexto económico actual.
Caracterización del mercado de deuda distressed antes de la crisis
Los parámetros básicos del mercado de Distressed Debt tradicional existente durante los años de bonanza económica en Europa y hasta la fecha son los siguientes:
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