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Recompra de acciones: autocartera, beneficios y efectos en el mercado

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| 6 MIN
Las recompras de acciones se han convertido en una herramienta cada vez más utilizada por las empresas cotizadas. Pero ¿en qué consisten exactamente? ¿Qué efectos tienen sobre la empresa, el accionista y el mercado? ¿Y por qué generan tanto debate? En este post desgranamos de forma clara y estructurada todo lo que hay que saber sobre esta práctica.

¿Qué es la recompra de acciones?

Una recompra de acciones tiene lugar cuando una empresa cotizada adquiere sus propias acciones en el mercado. Este tipo de operaciones con acciones propias se encuentran reguladas en la legislación autocartera Ley de Sociedades de Capital (LSC) aprobada por el Real Decreto Legislativo 1/2010 y en el Reglamento 596/2014 del Parlamento Europeo sobre abuso de mercado.

Las acciones recompradas se registran en el balance de las compañías como acciones en autocartera, lo que implica que pierden sus derechos económicos (dividendos) y políticos (voto en juntas). En muchos casos, estas acciones son posteriormente amortizadas, es decir, eliminadas del capital social. Una vez la empresa amortiza o elimina esas acciones, dejan de existir legalmente y no pueden volver a ser vendidas o utilizadas.

Este proceso tiene un efecto directo sobre el beneficio por acción (BPA): al reducirse el número de acciones en circulación, si los beneficios se mantienen o crecen, el BPA aumenta. Sin embargo, no hay que olvidar que una operación de recompra supone una salida de caja para la empresa, lo que puede afectar a su capacidad de inversión futura.

¿Por qué recompran sus acciones las empresas?

Según la literatura financiera, existen múltiples motivaciones detrás de las recompras:

  • Aumentar el beneficio por acción (BPA)
  • Distribución de caja sobrante
  • Señalar que la acción está infravalorada
  • Financiar planes de incentivos a empleados
  • Ajustar la estructura de capital

Las recompras ofrecen flexibilidad a la hora de modular la política de retribución al accionista de las sociedades cotizadas en Bolsa y se presentan como un elemento adicional de gestión y asignación de capital con capacidad de generar valor para el accionista.

¿Cómo crean valor las recompras?

Un reciente estudio analizó empresas del S&P 500 y bancos españoles para responder tres preguntas clave:

  1. ¿Crean valor para el accionista?
  2. ¿Afectan a la capacidad de inversión y competitividad?
  3. ¿Pueden considerarse una forma de manipulación del mercado?

Las principales conclusiones fueron:

  • Las recompras crean valor cuando logran incrementar de forma sostenida el BPA.
  • No son responsables del aumento de deuda ni del descenso de inversión, sino que reflejan un mayor conservadurismo empresarial post-crisis de 2008.
  • Su efecto en la cotización bursátil es generalmente positivo en el corto plazo, aunque a largo plazo ese impacto tiende a diluirse.

En España, se ha observado que los anuncios de programas de recompra de acciones suelen ir acompañados de un repunte en la cotización, al percibirse como una señal positiva sobre el futuro de la empresa, pero que a largo plazo el efecto desaparece.

¿Cuáles son las ventajas que conlleva la recompra de autocartera?

Una de las razones más citadas para realizar recompras es que aportan flexibilidad a la política de retribución al accionista. A diferencia de los dividendos, que los inversores tienden a considerar estables y a esperar sus pagos en fechas programadas, las recompras pueden no realizarse o suspenderse sin generar una reacción negativa tan fuerte en el mercado.

Además, aunque desde un punto de vista financiero las recompras y los dividendos son equivalentes, estas permiten a los accionistas que mantengan sus títulos incrementar su participación relativa en la empresa. Este aspecto es especialmente relevante en el debate dividendos vs recompras, que sigue ganando peso en la literatura económica y en la práctica empresarial.

El auge de las recompras en Europa y España

Desde mediados de los años 80, las recompras de acciones propias han ido ganando terreno en Estados Unidos, pero en Europa, el fenómeno se ha intensificado más recientemente. En España, tomaron impulso a partir de 2021, cuando el Banco Central Europeo levantó la recomendación de no repartir dividendos durante la pandemia.

En ese contexto, muchas entidades, especialmente bancos, aprovecharon el exceso de liquidez y la escasa rentabilidad de las inversiones para retribuir a sus accionistas mediante recompra de títulos y recompra de autocartera.

¿Qué limitaciones existen a las acciones en autocartera?

Desde el punto de vista legal, la recompra de autocartera también ha suscitado una atención particular por parte del legislador. La preocupación principal radica en evitar que las acciones en autocartera adquiridas por la sociedad - ya sea de forma originaria o derivativa - puedan utilizarse de manera que distorsione el equilibrio societario o suponga un exceso de poder por parte de los administradores, en perjuicio del resto de los accionistas.

En este sentido, la legislación autocartera Ley de Sociedades de Capital (LSC) prevé la suspensión de los derechos políticos y la redistribución de los derechos económicos proporcionalmente al resto de las acciones en circulación. La única excepción es el derecho a recibir acciones gratuitas en procesos como ampliaciones de capital liberadas, que no se redistribuye.

No obstante, aunque no otorguen derechos políticos ni económicos, sí se tienen en cuenta como parte del total del capital emitido.

Este tratamiento legal busca asegurar que la tenencia de acciones propias no altere las reglas de juego ni otorgue ventajas desproporcionadas dentro de la estructura societaria, manteniendo así la equidad entre los accionistas y la transparencia en la gestión.

El límite máximo de la autocartera para las sociedades anónimas no cotizadas se establece en el 20% del capital suscrito, mientras que para las sociedades cotizadas no podrá ser superior al 10% del capital suscrito. Estos límites legales acciones propias refuerzan la transparencia y evitan abusos en el mercado.

Conclusión: una herramienta más de gestión del capital

Las recompras de acciones no son ni buenas ni malas por sí solas. Son, ante todo, una herramienta de gestión del capital que puede generar valor si se utiliza de forma responsable, transparente y en el momento adecuado.

Aunque el debate sigue abierto, lo cierto es que cada vez más empresas recurren a esta fórmula para remunerar al accionista, especialmente en un contexto de exceso de liquidez, tipos de interés altos y mercados que demandan eficiencia.

Autocartera: Una herramienta clave para la gestión estratégica del capital

Explora cómo las recompras de acciones influyen en el beneficio por acción y en la gestión del capital. 

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